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Vinos dulces y vinos generosos, ésta es la categoría más gourmand de todo Vinistas.
De vinos generosos, realmente existen innumerables tipos. Tantos como maneras hay de hacerlo. A esta categoría pertenecen los vinos de Jerez, los de Montilla- Moriles, los vinos rancios del Mediterráneo, los dulces de Pedro Ximénez, las Mistelas, los vinos de Madeira, los Sauternes franceses, muchos vinos alemanes y alsacianos… en fin, ya os decimos:innumerables.
De cualquier modo, todos estos vinos dulces, generosos, licorosos, fortificados o como queréis llamarlos, se caracterizan por tener o más grado alcohólico o más azúcar (o ambas cosas a la vez) y una elaboración singular.
Porque hay que insistir que no todos los vinos de esta categoría son dulces. Por ejemplo, los Finos de Jerez y las Manzanillas de Sanlucar de Barrameda no son dulces. Son vinos secos. Pero tienen más grado alcohólico y una vinificación de lo más peculiar. Por eso entran en esta categoría.
Son elaboraciones muy originales, que no responden a la enología, digamos, más al uso. En todos estos vinos generosos hay una gran historia detrás. Mucha tradición y mucho misterio.
Sea como fuere, estos vinos plantean un dilema maridaje. ¿Cómo los tomamos? ¿Cuándo? Muchos nos dicen que no encuentran el momento. Pero a nosotros nos pasa lo contrario: nos sobran las ocasiones para abrir cualquiera de estos vinos generosos, sean vinos dulces o no. Las normas clásicas de maridaje de estos vinos dicen que se pueden tomar en el aperitivo o como postre, si son dulces. Pero nosotros os lo proponemos como sustituto de la copa o del destilado al final de una comida copiosa o en una cena de las que se alargan. El Fino y la Manzanilla están muy de moda con la comida japonesa, a base de pescado crudo. Los más sofisticados, como Palo Cortado, Oloroso o Amontillado, combinan a las mil maravillas con guisos contundentes, como caza, carrilleras o rabo de toro. Pero sin duda la sorpresa viene con los quesos. Ya sean vinos dulces o sencillamente generosos de cualquier tipo, hay un montón de quesos hartos de que sólo los combines con vino tinto. A por ellos.
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